El estremeñu sahurda, çahurda, chafurda, sahurdón, çahurdón ‘choza’1, es una voz con correspondencias en el portugués chafurda ‘pocilga, choza inmunda; barrizal donde se revuelcan los
cerdos’2, así como en el castellano zahurda, asturianu zaburda ‘pocilga’, zaburdiu ‘tugurio; choza o cabaña de pastores’. A tenor del
topónimo extremeño las Hurdes (con el sufijo de
plural -es) y el asturianu burdiu ‘lugar
donde se arrojan desechos orgánicos y nace hierba’, podemos reconstruir una
protoforma *tsa-furda, donde el prefijo *tsa- es
probablemente un artículo fosilizado al estilo de los que posee el bereber
(amazigh).
También relacionado, aunque con vocalismo
diferente, es el occitano bòrda ‘cabaña de pastor; chaumière; pocilga; granja’, que
también tiene las acepciones -homónimas según Alibèrt- de ‘suciedad,
inmundicia; desechos vegetales arrastrados por el agua’. Esta palabra pasó al
aragonés -donde existe también buerda- y al propio euskera, donde
designaba originalmente un tipo de edificación rústica -generalmente de piedra-
utilizada como cuadra o almacén de herramientas y productos agrícolas, pero
modernamente y en algunas regiones como Iparralde (País Vasco-francés) se
refiere a una granja o casa de campo.
Sin embargo, la forma genuinamente vasca
sería õla (R), olha (Z) ‘cabaña’, (L)
‘habitación, morada’4, olhatü (Z) ‘permanecer en
las cabañas; ir a los prados (en transhumancia)’
< *boɖa, con una oclusiva retrofleja /ɖ/ como resultado
del grupo -rd-. La evolución es paralela a la del homónimo ol(h)a ‘fragua,
herrería’, ol(h)atu(BN, Z) ‘golpear con violencia’ < *oɖa,
que en mi opinión provendría del céltico *ordā (f.) ‘martillo’
(cúmbrico medio orth, bretón orz)5, cuya
etimología he comentado en otra
parte. Existe también la forma prefijada *tsa-boɖa > txabola (V,
G) ‘choza, cabaña’, (S, R) ‘caseta de carabinero’6, prestada al
castellano chabola7. En cuanto al origen de bòrda,
tradicionalmente se ha propuesto el fráncico *bord ‘plancha' (cfr. Inglés board)
en una etimología pars pro toto (parte por el todo) a partir de los
materiales de construcción, como puede ser el techo de paja de las chaumières normandas y bretonas o las pallozas de los Ancares y otras comarcas
cercanas. Sin embargo, la acepción secundaria ‘suciedad, inmundicia’ reseñada
anteriormente apuntaría en la dirección del gálico *borwā (f.) > francés bourbe ‘lodo’, con
disimilación de oclusivas.
Aunque los especialistas asignan a la voz
gálica el significado de ‘manantial hirviente’, relacionándola con el cúmbrico berwi, bretón bervi ‘hervir’8, en mi opinión se trata de un préstamo
"sorotáptico" (en la terminología de Coromines) relacionado con el lituano pũrva ‘mancha, heces’, letón pùrvs,
purve ‘humedal, pantano’ < báltico *pũrwā.
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1 También chafardo. En estremeñu, /h/,
/ç/ equivalen a /j/, /z/ en castellano
2 De aquí chafurdar ‘revolcarse en
el barro’.
3 Empleado también con el significado de ‘lugar’
en voces como egurrola ‘almacén de leña’ (de egur ‘leña’) y
topónimos como Ametzola (de ametz ‘melojo’), Gisasola
(de (g)isats ‘retama’), Urkiola (de (b)urki ‘abedul’),
etc.
4 La vocal nasal en roncalés apunta hacia
una oclusiva labial desaparecida.
5 R. Matasović (2009): Etymological Dictionary of Proto-Celtic, p.
300.
6 Con variantes xabola, txaola, etxabola,
etxol(a), itxola, algunas de las cuales presentan una etimología popular a
partir de etxe ‘casa’.
7 Hay que descartar por inadecuada la
etimología propuesta por Coromines (DECH, p. 306-307) a partir del antiguo
castellano javola (moderno jaula), a su vez del antiguo francés jaole
(moderno geôle) < latín caveola, diminutivo de cavea
‘jaula’.
8 X. Delamarre (2008): Dictionnaire
de la langue gauloise, pp. 82-83.
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