7 de noviembre de 2014

Latín *fullāre 'batanear' (actualizado)

Batán en Theatrum Machinarum Novum, 1661
Rueda hidráulica de un martillo de forja (Agorregi)

El latín *fullāre 'batanear' es un derivado de fullō 'bataneador' y se refiere al proceso de limpieza de paños para eliminar restos de grasa y suciedad y hacerlos más tupidos. De aquí el francés fouler y occitano folar 'batanear', folavascorromance bola (*BN), bolha (Z) 'batán'1.
  
En esas lenguas, el significado se expandió a 'pisar' (p.ej. uvas), luego especializado en el castellano hollar 'pisar (dejando huella); comprimir con los pies; humillar', y de aquí huella.
______________________________________ 
En la Edad Media, se construyeron batanes movidos por agua donde la tela era golpeada con martillos de madera, y en el País Vasco esta tecnología fue adaptada a la forja del hierro.

5 de noviembre de 2014

Aragonés anayón, abayón 'arándano' (actualizado)

arándanos

El aragonés anayón, abayón 'arándano (Vaccinium myrtillus)', con correspondencias en el gascón nabion, anajon, abajon, avajon, abanhon, aujon, naujon y el catalán naió, avajó1, deriva de una forma diminutiva prelatina *a-nabi-ōne. El mismo lexema, pero con un sufijo diferente, *a-nabi-tses el origen del catalán nabiu, nabís, nibix y gascón anabiu.

Por otro lado, el castellano regional anavia (la Rioja) deriva de las formas vascas sin sufijo *a-nabe ~ *a-nabi ãhãbe (Z), ahabia (Z), arabi (V), abi (V, G, AN, R), gabi (V), afi (V).

frambuesas

En mi opinión, se trata de una voz del sustrato pirenaico emparentada (mediante m > n) con el nombre de la frambuesa (Rubus idaeus) en diversas lenguas romances, principalmente en la zona alpina: lombardo ampóma, piamontés àmpola, toscano lampone, walón amponî, engandinés ampa, provenzal dialectal ambra, etc2, a partir de las que se puede reconstruir una protoforma *a-m(a)b- ~ *a-m(a)p-. También relacionado es el galés mafon 'frambuesa' < *mabonā.

En mi opinión, este lexema estaría a su vez emparentado (mediante gw- > b- > m-) con eI caucásico del este (daguestaní) *gwampV ‘frambuesa’3. Se trataría, pues, de un resto de las lenguas habladas por los cazadores-recolectores europeos en el Paleolítico Superior.
_________________________________
1 Algunas de estas formas presentan asimilación n..b > b..b.
2 J. Hubschmid (1950): Vorindogermanische und jüngere Wortschichten in den romanischen Mundarten der Ostalpen mit Berücksichtigung der ladinisch-bayrisch-slowenischen Lehnbeziehungen, en Zeitschrift für romanische Philologie (ZrP), 66, 1-2, pp. 1-94.
3 A efectos comparativos, la nasal  -m- en la protoforma es irrelevante. 

26 de septiembre de 2014

Inflant la bombolla


 
 
 
 
 
 
Segons el filòleg Joan Coromines, el català bombolla provindria per assimilació d'una forma reduplicativa *bul-bulla relacionada amb el llatí bulla 'bombolla' i bullīre 'bullir'1. De manera anàloga, el castellà burbuja seria un nom verbal derivat del llatí vulgar *bulbulliare (portugués burbulhar, català borbollar 'fer bombolles', italià borbogliare 'roncar els budells'), també reduplicatiu2

Tanmateix, en la meva opinió aquestes són etimologies ad hoc, com tantes altres inventades pel savi català. De fet, el català bombolla suposaria una protoforma romànica *bumbulia, mentre que el castellà burbuja provindria de *burbulia. Ambdues són reflexades en l'èuscar punpuila, punpula, purpuilla, punpoillo, punpuillo, bunbullo, burbulla, burbula, gurguillo, gurguillu, amb significats tan variats como 'bombolla', 'llàgrima', 'gota de rosada', 'bony', 'ampolla', 'coàgul de llet', 'cresta', que apunten cap a un origen diferent del llatí. El paral·lel més punyent seria el báltic *bumbulia ~ *pumpulia 'turgència', a partir d'un lexema *bamb- ~ *pamp- d'origen fonosimbòlic i del que provenen paraules como bomba, pompa i altres semblants.

La llengua de substrat a través de la qual hauria arribat aquesta paraula, a la que anomeno baltoide, seria un parent pròxim del bàltic o bé un antic membre d'aquest grup. La meva proposta coincideix en part amb el "sorotàptic" de Coromines i el "pirenaico-ibèrico-meridional" de Villar. Ambdós investigadors, independentment l'un de l'altre, van identificar una llengua que se situaria en algun lloc entre el bàltic i l'itàlic dintre del núvol dialectal IE. Però al meu parer, és bastant probable que es tracti en realitat de dues llengües diferents, una acostada al bàltic o baltoide, i un altra acostada a l'itàlic o italoide. En aquest darrer grup s'hi inclouria el lusità i probablement també les inscripcions votives d'Els Banys d'Arles3.
___________________________________________________
J. Coromines (2013): Diccionari etimològic essencial de la llengua catalana (A-D), p. 168.
J. Coromines (1973, 2008): Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, p. 91.
J. Coromines (1976): Els ploms sorotàptics d'Arles, a Entre dos llenguatges, vol. II, pp. 142-216.

24 de septiembre de 2014

Castellano zanca, zanco (actualizado)


Según el DRAE, el castellano zanca designa 'la parte más larga de las patas de las aves, desde los dedos hasta la primera articulación por encima de ellos', y coloquialmente también 'pierna', sobretodo si es larga y delgada. Por otro lado, el masculino zanco designa un palo largo con una fijación para el pie, usado tradicionalmente en regiones como las Landas para andar sobre terrenos pantanosos, o simplemente como espectáculo festivo.


El gallego zanco1 reúne los significados de las formas castellanas, y en euskera el término más usual es es zank(h)o, zango, con significados tan variados como 'tallo', 'zanca', 'pezuña', 'pierna', 'pie', y que a pesar de las apariencias corresponden al femenino romance *tsanka.

Sin embargo, en otras lenguas romances encontramos únicamente formas con palatalización de la africada inicial (*tʃanka): portugués chanca 'pie grande2; pierna larga y delgada', gascón chanca y catalán xanca 'zanco', aragonés xanca, chanca 'muleta; zanco', euskera txanka 'muleta; báculo' (pero 'pierna' en vizcaíno), occidental anka 'pie, pezuña; pierna'3.

Tenemos también el castellano zancarrón 'hueso de la pierna (desprovisto de carne)'4, forma aumentativa correspondiente al euskera zankar 'talón; pierna', zangar 'tibia; pezuña', kankar (G) 'pedúnculo de la peonza'.

En mi opinión, se trata de una voz prelatina emparentada con el sustantivo femenino germánico *s-kankōn 'zanca' (inglés shank). La oclusiva velar en posición inicial sufrió una asibilación que la convirtió en la africada /ts/, que evolucionó en hispanorromance a una fricativa interdental /θ/ (/s/ predorsal en variedades seseantes como el propio euskera), pero que en otras variedades romances (incluido el pirenaico) se palatalizó como /tʃ/. Es el mismo proceso que ocurrió en el castellano zapuzar, chapuzar5 a partir de capuzar (cfr. catalán cabussar), un compuesto de capu- 'cabeza' y *puteāre 'sumergir' (de puteu- 'pozo').

En gascón existe también una familia léxica casi homónima a la anterior: chanco, chango 'que anda a la pata coja', chancòt, chanquet 'cojo', con correspondencias en el euskera txango (V) 'cojo; débil', (V, G) 'defectuoso, manco', txanket (G), txanget (B) 'cojo', tzainkü (Z), txainkü (BN, Z), xanku (L, BN) 'cojo', xankü (Z) 'que anda a la pata coja'. Tenemos además el verbo chancar, changar 'andar a la pata coja; cojear; andar con ayuda de muletas', correspondiente al aragonés xancar, ixancar 'tullir, dejar cojo; desgajar', xancau, ixancato 'lisiado, tullido; esparrancado, a horcajadas'. Como en las formas vascas mainku (R), maingu, maingi 'cojo', el origen de estas palabras es el latín mancu- 'mutilado, lisiado; defectuoso, débil', si bien con palatalización de la consonante inicial.


Por otro lado, la etimología propuesta por Coromines6 a partir de la voz de origen persa zanca, tzangaadoptada por el latín tardío (s.III) y que designaba un tipo de calzado (polainas o botas muy altas) usado por los partos, correspondería al homónimo chanca, que en portugués y castellano designa algunos tipos de calzado rústico (zueco o abarca).
____________________________________________
1 Existe también zanca 'persona alta y delgada'.
2 Acepción que también se encuentra en gallego.
3 Homónimo de hanka 'cadera; nalga', que es de origen fráncico y se encuentra también en romance.
4 También existe el euskera txankarron (Salazar) 'pedúnculo de frutas', y en su Vocabulario navarro, Iribarren recoge la voz zancarrón 'tallo de las patatas y berzas' como propia de los valles de Roncal y Salazar.
5 En contra de lo que piensan algunos romanistas (entre ellos el propio Coromines) no está relacionado con *sub-puteāre 'enterrar', del que deriva regularmente el castellano antiguo sopozar, asturianu sapozarJ. Coromines,  (1973, 2008): Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, p. 171.
6 J. Coromines, op. cit., p. 590.

4 de junio de 2014

Castellano molsa 'lana o pluma de colchón' (actualizado)


Según el DRAE, el castellano molsa 'lana o pluma de colchón' es una voz anticuada tomada en préstamo del catalán molsa 'musgo', con correspondencias en aragonés1, el occitano mofa, molfa, molsa, mossa  y el francés mousse. En cuanto a la etimología, esta palabra se considera generalmente como de oun préstamo fráncico (alemán Moos 'musgo') reflejado en el latín medieval mussula (Gregorio de Tours)2, aunque en mi opinión (e incidentalmente también la de Meyer-Lübke) existen dificultades fonéticas.



Y es que la existencia de la voz germánica, con paralelos en balto-eslavo y latín mūscus 'musgo', no significa necesariamente que las formas romances sean de origen indoeuropeo, y muchos menos que la palabra sea nativa en esa familia. Más bien, ambas (la romance y la IE) serían voces de sustrato para las que se pueden aducir posibles correspondencias en las lenguas caucásico del este y yeniseo.


Sin embargo, muchos romanistas (incluyendo a García de Diego3) confunden la palabra romance con su homónima 'espuma ligera' en el occitano mossa francés mousseque según Meyer-Lübke (REW 5733) proviene del adjetivo latino mulsus 'dulce (como la miel)'4, con deriva semántica a 'materia blanda'.


A esta etimología pertenecen también el catalán molsa 'parte blanda de la fruta' (confundida también con 'musgo'), molsut 'carnoso' (aragonés molsudo 'blando, carnoso') y el aragonés molsa 'légamo dejado en un campo por una inundación'5. La palabra romance pasó (con delabialización de /o/ y africación de la sibilante tras /l/) al euskera maltsa (BN) 'lodazal; cama del ganado impregnada de orines'phal(t)za (BN, Z) 'sangre coagulada; materia grasa; estiércol', batz (V) 'orujo (residuo de manzanas o uvas después de ser prensadas); heces; nieve enlodada' y pats (V, G, AN, L), phats (L), fats (L) 'orujo'.

Por otro lado, las formas baltsa (V, G, B, L, BN, Z) 'nieve enlodada', (L) 'lodo, cieno', balxa (Z) 'pantano, ciénaga'6balsa (S, R) 'coágulo de sangre', resultan de la contaminación con basa (V, L) 'lodo, cieno'7, voz con correspondencias en el asturianu basa 'lodo de los lechos marítimos y fluviales; limos que deja el agua en una finca tras una crecida', portugués vasa 'fondo lodoso de río, lago o mar; limo, lodo, lodazal', gascón basa, francés vase 'lodo que se acumula en el fondo o al borde de los ríos, estanques o el mar'. Se trata de una palabra errante (Wanderwortde origen germánico (neerlandés medio wāse 'tierra mojada, barro; terrón, césped')8

Asimismo, existe también el compuesto basur (V, G, L, R) 'lodo, cieno (en los bosques)'9cuyo segundo miembro *urr aparece también en alor, alur 'campo sembrado' (de ale 'semilla') y sator 'topo' (de sagu, sat- 'ratón') y estaría relacionado con lur 'tierra'.
_________________________________________________________________

1  Iribarren recoge en su Vocabulario navarro las voces molsa (Roncal, Salazar, Romanzado) y monsá (Roncal).
2 A. Dauzat (1938): Dictionnaire étymologique de la langue française, p. 489.
V. García de Diego (1985): Diccionario etimológico e histórico español e hispánico, p. 824.
4 De ahí [aqua] mulsa 'hidromiel'.
5 Recogida por Borao en su Diccionario de voces aragonesas (1908) y por Moneva y Puyol en su Vocabulario de Aragón (manuscrito inédito publicado en 2004).
6 Sin relación con el castellano balsa, aragonés basa, catalán y occitano bassa, voz de origen prelatino.
7 Existe también ats (G) 'fangoso', así como el compuesto elur-basa (L), elur-baltza (G) 'fango de nieve medio derretida', cuyo primer miembro es elur 'nieve'.
8 A. Dauzat, op. cit., p. 741.
9 Con etimología popular a partir de baso, basa- 'bosque; salvaje', que es la base del homónimo basur (G) 'rocío', (BN, Z) 'aguas torrenciales' (lit. 'agua salvaje'), de ur 'agua' (con vibrante débil /ɾ/).

16 de mayo de 2014

Euskera sendo 'fuerte, firme'


Según las teorías al uso1, el euskera sendo (sento en roncalés y suletino) 'fuerte, firme'derivaría del latín exēmptu-, participio pasado del verbo eximō 'poner aparte; quitar, retirar, expulsar'. Sin embargo, (y como tantas otras que se han propuesto) esta etimología es inaceptable por cuanto la fonética y la semántica no concuerdan. En mi opinión, se trata de un participio IE *swen-to- 'saludable, fuerte'3, reflejado en el germánico *sunda- > antiguo inglés gesund 'firme, seguro; saludable, en buena condición', moderno sound

Esta misma etimología explicaría el ibérico indi, formante de antropónimos como Indi-beleś, así como el euskera indar 'fuerza', un nombre abstracto derivado de la misma raíz. Tanto la inflexión vocálica como la pérdida de la sibilante4 son propias del ibérico y del elemento ibérico del euskera. Así, por ejemplo, tenemos el bajo navarro inda 'vereda' a partir del romance senda
__________________________________________
1 S. Segura Munguía (2007): Diccionario por raíces del latín y voces derivadas, p. 196.
2 De ahí derivados como sendatu 'sanar; fortalecer', sendagarri 'remedio', etc.
Si mis lectores me permiten una observación, no es éste el único préstamo IE antiguo (aparte de los célticos) en euskera que merezca nuestra atención, aunque la inmensa mayoría no han sido aún reconocidos debido a la miopía lingüística que aqueja a la mayoría de los especialistas.
4 El ibérico ś (probablemente una fricativa predorsal) nunca o rara vez aparece ante las vocales anteriores e, i. J. Rodríguez Ramos (2004): Análisis de epigrafía ibérica, p. 314-326.

15 de mayo de 2014

Transvestismo gramatical (pero solo aparente) en euskera























Aunque el euskera sea una lengua carente de género gramatical, en muchos casos los préstamos conservan el morfema de género correspondiente en la lengua de origen (generalmente romance). Entre ellos, existe cierto número de palabras terminadas en -o correspondientes a una forma original femenina en -a, lo que constituye un aparente transvestismo gramatical, pues -o es precisamente el morfema de género masculino en romance (y también la vocal temática IE), lo que induce a pensar que la forma de origen es masculina en vez de femenina.

Así, por ejemplo, el euskera oilo 'gallina' deriva del romance polla 'gallina joven', y no del masculino pollo1. Otros ejemplos ya mencionados son zank(h)o, zango y (t)xerlo. Cuando no existen correspondencias en romance, la identificación es más problemática (e incluso imposible si la etimología es desconocida), pero en mi opinión otros casos probables serían lepo 'cuello', olo 'avena' o sor(h)o 'prado'2, aunque por ahora omitiré los detalles.

Una posible explicación sería que estas palabras llegaron al euskera por intermediación de una lengua donde el morfema de género femenino era -o o bien otra vocal identificable acústicamente con el euskera /o/3. Lo que podemos afirmar con seguridad es que tanto el ibérico como el paleo-euskera (o euskera arcaico) tenían la tendencia de convertir en -i, -e los morfemas de género de los préstamos, incluso en época romance4. Así, por ejemplo, tenemos zerri, (t)xerri 'cerdo', o pare 'pala'. 
___________________________________
1 Mucho menos del latín pullu-, como podría pensar algún romanista o vascólogo despistado con tendencia a pasar directamente del latín al euskera obviando las etapas intermedias, tanto diacrónicas como diatópicas.
2 No relacionado con el latín solu-, reflejado en el euskera zoru.
3 De hecho, en proto-germánico el morfema IE femenino -ā pasó regularmente a .
4 Sin embargo, en muchos casos esto no ha sido así, y es que el euskera ha absorbido un gran caudal de léxico procedente de variedades romances que se extinguieron en la Alta Edad Media, y que genéricamente se podrían clasificar dentro del grupo pirenaico-mozárabe.